martes, 24 de marzo de 2009

PARO NACIONAL RESPUESTA A LA FALTA DE ATENCION

El gobierno tiene que prestar oídos al ruido de la calle, que en todo el país expresa su impotencia por la falta de atención a las demandas económicas y sociales de la población, que año tras año se le ofrece cambios pero todo continúa igual.

Como se explica que teniendo niveles de crecimiento económico por encima del promedio de los países de la región, la población no percibe una mejora en su economía domestica, lo que indica que estos buenos resultados económicos no beneficia a la mayoría de nuestra población.

Recordemos que sucesivos gobiernos han venido invocando comprensión y tolerancia a nuestra sufrida población, para esperar una mejor posición de la economía que permita realizar una sana redistribución del gasto fiscal, que finalmente reivíndique la larga espera del ciudadano; sin embargo, a pesar de encontrarnos en una situación de bonanza económica, no se mejora en calidad y montos necesarios los recursos presupuestales, para sectores relacionados con el mejoramiento de la calidad de vida como son: educación, salud, vivienda, electrificación, cultura, etc.

Los peruanos percibimos que esta bonanza económica, no tiene un plan de redistribución equitativa que permita el desarrollo económico y social de los peruanos, principalmente de los sectores más pauperizados.

El actual gobierno ya cumple dos años de gestión publica, en este período a pesar de contar con los medios para mejorar las condiciones de-vida del poblador de a pie, no tiene un programa que visualice y de esperanza hacia un futuro mejor; es decir, el país no cuenta con una visión de futuro que nos proyecte a la prosperidad y bienestar con equidad social.

El partido de gobierno en el proceso electoral hizo anuncios de un "cambio responsable", que ayude a superar las inequidades, la pobreza crónica de una extensa capa de la población, la exclusión social, la falta de oportunidades que contribuya a una sana convivencia democrática de la población y, no se exacerbe los sentimientos de impotencia de una población que demanda justicia social.

En el Perú seguimos conviviendo por largas décadas con los mismos problemas económicos y sociales, que va a repercutir en un sentimiento de rebeldía social en la población que amenaza en convertirse en una olla de presión social con consecuencias imprevisibles. La bonanza economía que triunfalistamente exhibe el gobierno con las cifras del crecimiento económico, no se refleja en mejorar las condiciones de vida de la población; de allí, que resulta contraproducente que existiendo recursos económicos se siga postergando la demanda sociales de la población. Continúan y se agravan los mismos problemas estructurales, que explican la fragilidad y el desencuentro social, donde una minoría que se estima en un 2 % concentra la riqueza económica del país, frente a un 50 % en situación de pobreza, estimándose que actualmente el 25% de la población se encuentra en una situación de extrema pobreza, cifras que los últimos resultados de crecimiento económico no logran revertir esta dramática realidad , por mas anuncios acerca de la reducción de la pobreza, simplemente la población no aprecia en su economía una mejora real.

Ante la frustración por expectativas burladas y demandas postergadas, el pueblo peruano ejerciendo su legítimo derecho de protesta social anuncia un paro nacional para el día 9 de julio, como un llamado de atención al gobierno para que atienda las demandas económicas y sociales de la población, enarbolándose una plataforma de reivindicaciones que contiene las más urgentes y dramáticas exigencias para revertir la actual situación de pobreza y falta de oportunidades para la mayoría de los peruanos, que no perciben o sienten los beneficios de la bonanza económica que vive el país.

Consideramos que el gobierno debe mostrar una actitud de tolerancia y mesura en sus expresiones, para no seguir encrispando el estado de ánimo de la población; la soberbia y la falta de actuación oportuna para escuchar y dialogar con el pueblo organizado, no puede estimular la insensibilidad del gobierno ante los problemas nacionales, pretender a la hora undécima convocar a reunión de trabajo a los dirigentes sindicales y sociales, revela falta de respeto a la dignidad del pueblo peruano.




Lima, Julio 16 de 2008
José Saldaña Tovar.
Congresista de la República

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